sábado, 19 de enero de 2013

Con "B" de BERTA. Cap 23

VEINTITRÉS
Paredes desconchadas por algunas partes de la habitación. Lucas va a tener que trabajar mucho para convertir su piso en un lugar bonito donde vivir. Se levanta del colchón que hay en medio del salón con cuidado para no despertar a Elías y va hacia el cuarto de baño para iniciar su ritual matutino en el que se lava la cara y descarga la vejiga. No ha pasado una buena noche, pero sabe que si no hubiera sido por Pablo, lo habría pasado mucho peor. Al final no ha sido mala idea eso de que sus amigos se vinieran unos días a Madrid.
Sale del baño y lo ve allí, descansando sobre la pared, esperando para entrar él. Los dos se miran cómplices. Pablo, sabiendo que tiene que estar con Lucas en estos momentos; Lucas, sabiendo que su amigo lo apoyará siempre y que no le va a contar a nadie lo que ha sucedido esa noche en la cocina, y mucho menos a Marcos. Ambos sonríen ocultando la tristeza que invaden sus cuerpos y, en ese momento, se escuchan tres golpes en la puerta de la casa.
  -¿Es que no saben llamar al timbre? -Pregunta Elías desde la cama, que seguía durmiendo hasta que algún desconsiderado ha decidido despertarlo.
  -Lo rompió ayer Marcos, ¿No te acuerdas? -Responde Lucas reprochándoselo al recién despertado aunque él no tenga la culpa. De repente, al joven se le empalidece la cara. - ¡¡Como sea mi casero y se haya dado cuenta de que os lo habéis cargado, os vais a enterar!!
Lucas vuelve a entrar en el baño y se peina con las manos mirándose al espejo, corre hacia el salón donde dejó ayer su ropa, se viste y va corriendo a abrir la puerta mientras se abrocha el cinturón de los vaqueros.
Se para en seco, respira hondo y abre con miedo, pero no le ha dado tiempo a ver quién está al otro lado cuando un brazo fuerte empuja la puerta para abrirla del todo.
  -¡Ya era hora, Bellas Durmientes! ¡Traigo el desayuno! -Y levanta la bolsa que sostiene con la mano izquierda. -¡Rosquillas para la mejor grupo de música de toda España!
Elías sigue enfadado con su amigo por lo ocurrido ayer por la noche, pero no va a permitir quedarse sin rosquillas, de modo que se levanta de la cama y guarda su mal humor para más adelante.
Mientras tanto, Pablo siente la necesidad de saber hasta dónde llegó anoche con aquella camarera del bar, aunque sabe que lo que va a oír le va a causar un gran dolor. Los cuatro se sientan en el suelo a desayunar y comienza la tanda de preguntas.
  -¿Dónde has dormido?
  -No he dormido, de hecho, me voy a tumbar en la cama ahora mismo. -Y cambia la dureza del suelo por la comodidad del colchón de Lucas.
  -¿Y qué tal con Vero?
  -Un caballero no habla de esas cosas.
  -Marcos, tú nunca has sido un caballero. -Responde Elías, al que también le interesa saber cuál es la relación que tiene ahora mismo con esa chica, ya que es ella la que les puede conseguir un contrato.
  -Cierto, por eso os lo voy a contar todo con pelos y señales. -Sonríe y se sienta en el colchón.
En ese momento, Lucas termina de comerse su rosquilla y se levanta,
  -Me voy a correr un poco a ver si me despejo. Portaos bien.
  -Yo voy contigo. -Responde Pablo, que se ha dado cuenta de que no podrá soportar lo que va a contar Marcos de un momento a otro.
Minutos más tarde, la puerta de la casa se cierra tras Lucas y Pablo, dejando solos a Marcos y Elías, quienes tienen muchas cosas de las que hablar.

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