martes, 25 de junio de 2013

Con "B" de BERTA. Cap. 43

CUARENTA Y TRES
  Paredes con una perfecta iluminación. Al menos cincuenta personas andando de un lado a otro y ella en el centro de todo. Rodeada de directivos, cámaras y técnicos de sonido, pero sola ante el peligro. Sabe perfectamente que la están juzgando y eso la hace ponerse más nerviosa de lo que ya venía de casa, pero al menos la prueba no le está saliendo nada mal. O esa es la impresión que está teniendo. Las letras del cúe van pasando y ella lee lo que pone, aunque juega con la ventaja de que su representante ya le había filtrado el texto esta misma mañana, pero ese es su pequeño secreto.
  -Pasamos a la siguiente noticia.
  -Es suficiente. -Dice tajantemente uno de los señores enchaquetados que estaban allí observándola. Berta deja de hablar, intimidada por la voz de ese hombre y mira en las caras de los allí presente intentando averiguar si les ha gustado o no, pero lo que parece que realmente mandan allí se dan rápidamente la vuelta y salen del plató. Berta se queda inmóvil, sentada en la silla. Ya nadie la mira, salvo su representante que se acerca a ella y la abraza.
  -Has estado genial. Me juego lo que quieras a que el puesto es tuyo.
La joven se pone de pie.
  -¿Tú crees? Se han ido sin decirme nada. Creo que no les he gustado.
  -No sólo lo creo. Es que estoy totalmente seguro. No te han dicho nada porque tienen que hablarlo entre ello, pero es imposible que encuentren a alguien que lo haga mejor de lo que tú lo has hecho hoy.
No se puede creer lo que está escuchando. El corazón le va a mil y sus ojos se empeñan de emoción, pero ahora no puede aguantar más sin saber qué va a pasar. Se siente como cuando era pequeña e iba a recoger las notas al colegio. Ese papel podía significar un verano realmente genial o un verano apuntada en clases particulares, sabiendo que había decepcionado a sus padres; pero por suerte, esta segunda opción nunca tuvo que sufrirla.
  -¿Y ahora qué?
  -Ahora a esperar, pero no creo que tarden mucho.
  -Ya
  -Quédate aquí. Voy a buscar a Toni a ver si me dice algo.
  -¡No tardes! -Dice cuando ya está de espaldas a ella. Vuelve a estar sola, aunque de una forma diferente. Rodea la mesa mientras la roza con la yema de los dedos trazando un recorrido por el filo de la misma y quedándose en la parte de delante, donde están las cámaras que la han estado grabando hace un momento. Se queda mirando a su alrededor, buscando algo que no sabe exactamente qué es, algo que le distraiga. Pensaba que cuando terminara la prueba iba a estar más tranquila, pero más bien es todo lo contrario. Con eso de que le van a decir si está dentro del equipo o no está muchísimo más nerviosa que antes. Necesita saberlo ya, o al menos encontrar algo con lo que matar ese rato de incertidumbre. A su derecha, ve como una chica se queda mirándole, luego busca algo entre lo papeles que tiene en la mano y le vuelve a mirar. Comienza a caminar rápidamente hacia ella y cuando está justo delante suyo, vuelve a rebuscar en los papeles.
  -Perdona, ¿Tú eres...?
  -Soy Berta, encantada. He venido a hacer el casting.
  -¡Ah! Eres la futura revelación de la tele, ¿No? Yo soy Carla, la regidora. Encantada también. -Le da dos besos a Berta, pero esta se queda inmóvil, sin entender nada.
  -¡Cómo que la futura revelación de la tele? Ni siquiera sé si me van a dar el trabajo.
  -Bueno, ya, pero estos días he oído hablar muy bien de ti por aquí.
  -¿En serio? -La sonrisa de Berta se dibuja de oreja a oreja. Le cuesta creer lo que está oyendo, pero esos halagos le suben bastante el ánimo.
  -Claro. Yo nunca miento. Te aseguro de que tendrás tiempo para comprobarlo. Nos vemos por aquí. -Le guiña un ojo y se va. Berta se queda petrificada, delante de la mesa, hasta vuelve a escuchar la misma voz, esta vez más lejos y gira la cabeza para mirarla mientras habla.
  -¡Mucha suerte! ¡Aunque ya te digo que no la necesitas!

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